La resección pulmonar es una intervención quirúrgica que implica la extirpación de una parte del pulmón o incluso del órgano en su totalidad. Este procedimiento puede ser necesario para tratar afecciones pulmonares graves, como cáncer de pulmón, abscesos o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en etapas avanzadas. La resección puede ser total o parcial, dependiendo de la extensión de la condición y de la salud general del paciente.

Existen dos tipos principales de resección pulmonar:

1. Resección Pulmonar Total: En esta modalidad, se extirpa todo el pulmón afectado. Esta cirugía se reserva para casos en los que la enfermedad ha afectado ampliamente todo el órgano y no es posible conservar ninguna parte.
2. Resección Pulmonar Parcial: En este enfoque, solo se extirpa la parte afectada del pulmón, preservando el tejido sano circundante. Esta opción es más común y se busca mantener la función pulmonar.

Los síntomas que pueden requerir una resección pulmonar incluyen dificultad para respirar, tos persistente con sangre, dolor en el pecho y pérdida de peso inexplicada. Si experimentas estos síntomas, es crucial buscar atención médica de calidad. Los síntomas varían según la afección subyacente, pero pueden incluir:

• Tos persistente y a veces con sangre.
• Dificultad para respirar.
• Pérdida de peso inexplicada.
• Fatiga crónica.

El diagnóstico involucra pruebas de imagen como tomografías y radiografías de tórax, además de biopsias para evaluar la naturaleza de cualquier tumor presente. Las pruebas de función pulmonar también pueden ayudar a determinar la capacidad respiratoria del paciente:

• Estudios de imágenes como radiografías y tomografías computarizadas.
• Biopsias para confirmar la presencia de cáncer u otras afecciones.

El tratamiento quirúrgico implica la extirpación de la parte afectada del pulmón. En el caso de tumores, se busca eliminar tejido maligno. La técnica exacta depende de la extensión de la resección y se lleva a cabo bajo anestesia general. El tratamiento dependerá de la afección y su extensión:

• Tratamiento Quirúrgico: Puede implicar resección total o parcial, seguida de reconstrucción si es necesario.
• Tratamiento Médico: En algunos casos, se puede complementar con terapias médicas.

Procedimiento: La técnica específica de la resección pulmonar depende de la extensión y ubicación de la afección. Se emplean abordajes mínimamente invasivos siempre que sea posible para acelerar la recuperación del paciente.

Recuperación: La recuperación después de una resección pulmonar puede variar. Los pacientes pueden requerir hospitalización por un tiempo y luego serán monitoreados de cerca durante su recuperación en casa. La rehabilitación pulmonar puede ser necesaria para optimizar la función pulmonar.

Riesgos: Los riesgos pueden incluir infecciones postoperatorias, dificultad para respirar y complicaciones anestésicas. Sin embargo, el Dr. Gary Kosai Vargas Mendoza y su equipo están altamente capacitados para minimizar estos riesgos.

Los riesgos pueden incluir infecciones, sangrado y dificultades respiratorias. Las sensaciones postoperatorias pueden incluir dolor y fatiga, que mejoran con el tiempo y el tratamiento adecuado.

Sensaciones Posteriores: Tras la resección, es normal experimentar dolor y malestar. A medida que te recuperas, podrás notar una mejora gradual en la función pulmonar y en tu bienestar general.